viernes, 9 de septiembre de 2016

RECORDANDO. UN DOMINGO DE PLAYA



Publicado en el Blog Noticias Tesorillo , el 19 de septiembre de 2014


Ahora que el verano está dando sus últimos coletazos, quiero relatar les un domingo de Playa del verano de 199…, trataré de narrarle cronológicamente todo lo acontecido ese día, bueno casi todo, porque la memoria ya va teniendo goteras.

10:30 horas, duermo plácidamente, anoche me costó conciliar el sueño, por el calor asfixiante, además un sueño intermitente, entre los perros ladrando, el vecino que ha llegado clareando la mañana con la música del auto a tope, apenas he podido caer en los brazos de Morfeo, a todo esto que me acosté bien tarde.
Una voz inquisitiva grita desde la puerta del dormitorio “
--A qué esperas hijo, cuando lleguemos ya habrán cerrado la playa”, “si no fuera por los niños, te iba dejar durmiendo hasta que te cansaras de cama”, “que sangre hay que tener”.
Me levanto sonámbulo, parsimonioso, arrepentido de los dos últimos whiskys de la noche anterior. De nuevo la voz inquisidora...
 --Desde las ocho estoy en la cocina,
Me entran ganas de responder pero no soy capaz “No vas a estar, si llevas comida para un equipo de fútbol, con reservas incluidos”, pimientos fritos, tortilla de patatas, filetes empanados etc. etc., comida para el niño, comida para la niña, café para la tarde, bocadillos para la merienda, picadillo de tomate, una sandía enorme, un melón y si es poco guindas, por la cuenta que me trae estaré callado
11:15.- Parece que está todo listo, se me ocurre preguntar
--¿Has echado el tinto y la gaseosa? -Si hijo, cómo se me iba olvidar, bonito eres tú, ve bajando los bolsos y los metes  en el coche.
11:45.- Por fin nos encaminamos para el relax, la tranquilidad y el sosiego a la orilla del mar en compañías de los amigos y sus respectivos hijos, es un decir.
12:10.- Llegada, los estacionamientos están a topes no se ve ni un hueco, doy varias vueltas allá en el fondo diviso un espacio, aparco con mucha dificultad es muy reducido pero consigo estacionar, eso sí estoy muy alejado donde se encuentran mis amistades, pero es lo que hay
12:25.- Operación descarga. Cesta con comida, nevera de playa (parecida a las maletas de madera de antaño), mochila con la caseta, bolsa con los hierros de la caseta, flotadores de los niños entre otras. La arena achicharra, sopla un viento de poniente que hace levantar la arenisca, esto es la playa o un sucedáneo del Sahara. El agua estará congelada, vamos que no pienso ni acercarme a la orilla. Uno de los amigos me hace señales, me encamino a su encuentro.
12:30.- Comienza la instalación de la caseta hay tres más, de matrimonios amigos ya instaladas, con cierta mala leche han plantado una sombrilla a la espera de mi llegada. Justo detrás hay una pareja de extranjeros, el tío un cacha total, ella una despampanante rubia, no quiero ni pensar que lo que van a pensar cuando le coloquemos delante el mamotreto de caseta
13:00.- Bueno conseguimos asentarnos, somos cuatro matrimonios y unos pocos niños que parecen un batallón
-Papa infla el flotador, niño ten cuidado que hoy hace poniente.
El calor es asfixiante, el viento zarandea la caseta, como nos descuidemos salimos volando, pero relajémonos vamos a echar un tinto con gaseosa en amena conversación con los colegas
14:00.- No hay manera de que los menores se alejen un poco de las casetas en unos pocos metros cuadrados se concentran,
--Niños, iros a la orilla, no veis que estáis molestando, que estamos como piojos en costura.
Nada no hay manera, a todo esto, si fulanito me ha quitado la paleta, que ese cubo es el mío, que no te presto la pelota. Para salir corriendo.
15:30.- Finalizamos el almuerzo, la combinación, pimientos, tortillas, filetes empanados, todo ello aderezado con un poquito de arena de la playa ha estado exquisita. Se acuerdan de la enorme sandia, no he podido catarla, ha desaparecido en un pispas. Aquí todo es de todos, como si de una comuna se tratara, pero la sandía la pagué yo.
16:30.- He dormido poco y mal, así que voy a echarme una siesta. Dentro de la caseta hace calor para dar y regalar, me acomodo en el lateral. Mi señora al quite y es de agradecer, le advierte a nuestros hijos,
--No molestad a Papá.
Pero y los otros ¿respetaran mi sueño? Me duermo de inmediato
17:05.- Una pelota impacta en mi cabeza, acto seguido un chorreón de agua sobre mi rostro y una lluvia de arena sobre mi cuerpo, buena manera de despertar. La mamá del niño lejos de reñirle le ríe la gracia, va y sin cortarse espeta.
--Despierta dormilón a la playa no se viene a dormir.
 Lo que pienso en esos momentos lo dejo para mis adentros, no quiero herir sensibilidades.
18:30.- Llevo un buen rato sentado a unos de los bordes de la caseta. ¡Pero es que va a pasar todo el pueblo por delante de mí!
-- ¿Pacurro no te bañas?, Pacurro quítate la camiseta, que estás más blanco que la leche, ¿Pacurro estás sujetando la caseta? No va a volar.
Pero que les importan lo que yo haga, ni en la playa se escapa uno del control ajeno. A todos les dedico una sonrisa hipócrita, los pensamientos, mejor obviarlos.
19:30.- Parece que el viento va amainando, ya no levanta tanta tierra y está refrescando algo, el calor no es asfixiante como hace un rato. El gracioso de turno pasa y sentencia.
--Pacurro es de secano, ¡Que gracioso! (Exclamo).
20:10.- El viento se echó por completo los niños juegan en la orilla sin peleas, se prestan los cubitos, las paletas, el mar está en calma, el batir suave de las olas suena a música de fondo, por fin un poco de relax, vale la pena esperar por disfrutar de estos momentos.
--Francisco ve desmontando que nos vamos. ¿Qué nos vamos ahora, en lo mejor? Tengo que bañar a los niños, hacer la cena y poner una lavadora, si me ayudarás a lo mejor podíamos quedarnos, pero hay que marcharse.
A sus órdenes mi coronel.
20:15.- Operación desmonte, siempre pasa igual, como doblo el toldo de la caseta que no entra en la mochila, llega el amigo listillo
--Quita de ahí inútil que eres muy torpe
20:30.- Operación de vuelta, al llegar al coche observo una enorme retención de vehículos, cruzar la carretera va a ser casi imposible, hay una opción, tomar el paso subterráneo, dicho paso te conduce al margen derecho de tu sentido, evitando tener que cruzar la carretera. Hay un pequeño inconveniente para acceder al paso, hay que circular por dirección prohibida unos escasos cincuenta metros, además es un carril de tierra que no lo transita nadie, no veo porqué han colocado una señal prohibiendo. En aras de la seguridad decido no hacer caso a la señal de prohibición.
20:35.- Cuando accedo a ese trozo, veo venir un vehículo de frente, no hay peligro me aparto un poco, el otro vehículo pasará y aquí paz y después gloria. Al llegar a mi altura la dama que va de acompañante le pide al conductor que pare (persona conocida, ya que frecuenta Tesorillo). Sin mediar palabra, comienza a gritar,
-- Usted está loco, no ve que va por dirección prohibida,
Trato de explicarle el porqué, pero no atiende a razones, se dirige al conductor, que resultó ser su hermano, ambos de apellidos de renombre de Jerez de la Frontera, como decía, se dirige a su hermano.
--Tú no dices nada, no ve que este tío está loco, a lo que le contesto. —
--Yo estaré loco pero usted es una gamberra,
 El hermano más prudente y educado, emprende la marcha, lo mismo que hago yo, la energúmena grita,
-- ¡Rojooooo!
Yo grito más -- ¡Pu..aaaa!.
Qué casualidad el vehículo que me continúa es de la localidad han presenciado el pequeño sainete, mucho me temo que mañana será vox populis.
21:10.- El coche ya está en el garaje, las cosas de la playa descargadas, con la sensación de cansado a pesar que no he hecho casi nada. Llego al patio donde se encuentra mi madre, le saludo y me contesta, buenas tardes hijo, has hecho muy bien con ir a la playa disfruta mientras pueda. ¿Disfrutar? , creo que no es el verbo adecuado que tengo que conjugar.
Este relato es pura ficción
Cualquier parecido con la realidad.Es mera coincidencia
¿O, no?


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