Eulogio Torres Cabrera. |
Un 27 de septiembre de 1980,
fallecía en el hospital Carlos Haya de Málaga nuestro paisano Eulogio Torres
Cabrera a la edad de 48 años, después de un mes de hospitalización.
Consecuencia de los daños recibidos en el cerebro al ser golpeado con un objeto
contundente.
Una mañana de agosto de ese
año. Un grupo de trabajadores de Acerinox, entre los que se encontraban el
primer alcalde de la democracia Antonio Martin Torrado, a primeras horas del
día y cuando viajaban para incorporarse
a sus puestos de trabajos. Lo encontraron caído e inconsciente al borde de la
carretera, cerca del cruce con el puente Guadiaro.
Eulogio de baja estatura no superaría el 1,60 ms., de complexión
fuerte. Era persona con una gran fuerza física,
excelente trabajador, honesto, buena gente, ocurrente, con un gran sentido del
humor, aficionado a las peliculas del oeste y las rancheras .Vivió al día, sin importarle el mañana.
Sin embargo cuando se tomaba
unas copas de más, su personalidad cambiaba al estilo del doctor Jekyll y
mister Hyde. Resumiendo cuando estaba pasado de copas era muy “porculero”
permítanme la expresión.
No obstante sus buenas
cualidades le valían para que fuese perdonado por sus meteduras de patas,
gozando del aprecio generalizado de sus convecinos.
Todos los indicios apuntan que
las lesiones sufridas no fueron consecuencia de un accidente, sino que le
golpearon intencionadamente. Es muy probable que se cometiese un homicidio en
toda regla.
Ese día Eulogio había vendido
una partida de cebollas, cultivadas bajo el régimen de medianería. Se comentaba
que era una cantidad considerable de pesetas. Circunstancia que hizo especular
que podía haberse tratado de un robo.
Otras versiones derivaban por
la posibilidad que fuese una reyerta y que al agresor se le pudo ir la mano. En
las proximidades donde le encontraron mal herido, se hallaba un bar de alterne.
Igualmente se barajó la idea y con muchos fundamentos, que el lugar donde
fue encontrado no fue el de la agresión que allí lo trasladaron una vez inconsciente , puede con la intención que pareciese un accidente de circulación.
En el año 1980, nuestro país estaba
inmerso en plena transición democrática. Se recuperaron libertades cercenadas
hacía cuarenta años. Algunos no supieron interpretar correctamente la nueva
situación y confundieron libertad con libertinaje, mal creyendo que todo o casi
todo estaba permitido.
En lo que respecta al tema de
orden público se vivió una época confusa, con unas fuerzas un tanto
desconcertadas, sin saber muy bien como asimilar los nuevos tiempos, un
gobierno débil en ese aspecto, que lógicamente tenía que derogar leyes
franquistas y promulgar nuevas. Todo ello contribuyó a crear confusión e inseguridad.
Quizá por la situación en esos
momentos, por la falta de medios de las fuerzas policiales o por el mismo
desánimo de esas fuerzas. El supuesto crimen de Eulogio no fue lo suficientemente
investigado y para desgracia sobre todo de su familia la cual mantuvo siempre
que fue asesinado, quedo totalmente impune.
Su madre Rafaela primero y su
hermana Juana después, se fueron ambas al otro mundo con la pena añadida que el asesino o asesinos de Eulogio no fueron
descubiertos.
Los que recordamos al Lolo
como era cordialmente conocido, lo hacemos con cariño y con rabia, porque casi
con toda seguridad nunca se sabrá quién o quienes causaron su muerte .
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