martes, 13 de marzo de 2018

Antonio "El Ditero". Más de medio siglo, detrás del mostrador

Antonio en su último día
de profesión. 
Hace muy pocos días, se jubilaba Antonio Navarro Herrera, " Antonio el ditero".
Han sido la friolera de cincuenta y dos años de ejercicio de la misma profesión, la de dependiente de una tienda de textiles 
No ha tenido otra ocupación y desde los trece años venía ejerciéndola, con el lapsus del servicio militar, dieciocho meses, pues sirvió en la marina.
El próximo día 13 de junio, el de su onomástica, cumplirá 65 años.
Nacido en Jimena de la Frontera, ya a los once ayudaba a otro ditero en sus labores. Fue con trece años cuando tuvo que empezar a trabajar de lleno. Muere su padre siendo muy joven, su hermana Irene y su cuñado Juan Miguel Aroca, deciden que se venga a vivir con ellos a Tesorillo. Por aquel entonces la tienda estaba ubicada en la calle San Francisco. No solo ejercía de dependiente, sino que con el canasto al brazo, el lio de ropa al hombro y el bloc de tornillos, pateaba las calles vendiendo  y cobrando la dita semanal. Trabajaba hasta los domingos, día que se aprovechaba para ir vendiendo a los cortijos, Montenegral, Acebuchal, Venta los Nogales , Sambana y otros.

En el 1972, su cuñado traslada la tienda a la calle Túnel, es ahí donde continuó  ejerciendo como dependiente hasta la actualidad.
Antonio se ha distinguido siempre por su amabilidad, simpatía y sobre todo paciencia, si no fuera por eso, ¿ como iba aguantar 52 años de cara a un público?
En nuestra charla, le pregunto que me cuente una anécdota triste y otra alegre. La triste cuando en el probador se le desmayó un señor, con problemas de movilidad y un tanto sobrado de kilos, me comentaba que gracias a Ángelita González Lobo, que acudió rauda y solventó el problema. La chistosa, fue cuando recién inaugurada la nueva tienda, lógicamente instalaron espejos en los probadores. Pues bien otro buen señor, al entrar en uno de ellos y verse reflejado en el espejo, saludó como si de otra persona se tratara. 
Jamás ha renunciado a su condición de jimenato, pero de corazón se siente tesorillero. Lo ha venido demostrando a lo largo de su vida. Fue miembro de la  Junta de Festejos, él fue quien organizó una carrera popular el mismo día del Corpus, cuando aún era festivo, no sabemos si Juan Cerdán se inspiró en ello, para dar nombre a la actual carrera popular. Directivo y secretario de la Unión Deportiva Tesorillo, entrenador del equipo juvenil, en distintas etapas y con distintos presidentes. Durante diez año fue el preparador de un equipo de fútbol sala, que competía en el tradicional campeonato que celebramos en nuestra localidad, desde hace treinta y cuatro años. Por cierto campeón en varias ocasiones. Componente de agrupaciones navideñas e incluso hizo sus pinitos en un grupo rumbero. 

Antonio de pie el primero por la derecha. 
Casado con Mari Carmen Rojas Sánchez, padre de dos hijos y abuelo de una nieta. Para quien le conozcan menos, que serán pocos, decidles que es el padre del popular Chichi de Compás Flamenco.
Antes que todo es una buena persona, humilde y servicial, no creo equivocarme, con escasos o ningunos enemigos.Puede que con él, termine una profesión en extinción, la de ditero. 
Vea hasta donde llega su grado de humildad, que cuando hablamos para confeccionar este relato. Me pidió que en su nombre diera un mensaje de agradecimiento al pueblo de Tesorillo y todos los clientes que ha tratado,  por el  buen trato recibido a lo largo de sus cincuenta y dos años de profesión.
Las gracias hay que dártelas a tí, por ser  como eres. Ahora toca disfrutar de tu jubilación, te la has ganado a pulso.

Francisco Quirós "Pacurro"

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